lunes, 10 de marzo de 2008

FELIZ CUMPLEAÑOS, LOREN

Loren, hoy 11 de marzo hubieses cumplido 44 años. Te imagino siendo más cumplañero que santero a la hora de celebraciones personales. Vaya por delante un respetuoso y emocionado recuerdo ante esta fecha, la de tu primer cumpleaños sin tu presencia.
Al pensar en ti y en esta fecha tan señalada en la vida de una persona, reflexiono sobre varios aspectos del paso del tiempo en las personas.
Por un lado recordamos alegremente el día que nacimos a este mundo. Celebramos que iniciamos una carrera en la vida, una carrera en la que no sabemos cuándo nos llegará la meta final, como fue tu caso, Loren.
Cuando celebramos el recuerdo de tu cumple no caemos en la cuenta que celebramos que contigo pudimos respirar el aire puro del mar de Cala Viola ; que pudimos ver las maravillas del río de Trebalúger y la puesta de sol en Binimel•là; que pudimos escuchar y enternecernos con el sonido de las olas rompiendo en Cala Mitjana o con el canto de un pajarillo en la soledad de de la Bassa Verda; que percibimos por el olfato la explosión de las fragancias de los árboles y flores de los naranjos de Es Barrancó; que pudimos estremecernos con el contacto de la hierba fresca cuando nos sacamos las instantáneas familiares en este mismo barranco o que disfrutamos de la inmersión en las aguas cristalinas de Cabra Salada.
Ahora, podemos seguir disfrutando de todas estas maravillas que llenan nuestros sentidos. Estarás presente de otra manera: en la fugacidad del recuerdo que traerá a nuestra mente la visión de aquel paisaje que compartimos contigo o en las arenas que pisamos en “nuestras” calas.
Como no podía ser de otra manera, a estos sentidos terrenales les unimos el sentimiento, la emotividad, cosas que hacen que los buenos momentos vividos se incrusten con más fuerza en nuestra mente y en nuestros corazones. Las risas, los comentarios chuscos, la felicidad de compartir las maravillas terrenales en buena compañía, multiplican por infinito las vivencias y las hacen más duraderas.
Desde tiempos pretéritos el empeño humano fue dejar huella y recuerdo de su paso efímero por la tierra. Las pinturas rupestres, las rocas milenarias de Menorca, las construcciones religiosas antiguas y modernas, las estatuas en piedra o bronce, los carteles y estelas grabadas en piedra, no hacen sino gritarnos las maravillas que el hombre puede dejar a su paso.
El recuerdo físico y material de tu paso en la Tierra, Loren, al igual que la mayoría de los mortales, entre los que me incluyo, no se transcribirá más allá de una grabación en una lápida. Lo importante no es lo que quede escrito en una fría piedra o en un papel. Lo importante es el poso que tu paso ha grabado en los corazones de quienes han estado a tu lado, de los que te han amado intensamente, de los que han sabido apreciarte en tu verdadera dimensión humana. Quienes no te hayan captado así, habiéndote conocido previamente, han perdido una oportunidad en la vida de enriquecerse.
Considero un lujo de vida, al igual que los de la colla, el haber podido disfrutar de tu vida y compañía. Un lujazo el haber podido disfrutar del paso del tiempo contigo.
¡Feliz paso del tiempo, Loren!
De todo CORAZÓN
Pepe