lunes, 28 de septiembre de 2009

HACE YA DOS AÑOS, AMIGO LOREN

¡Cómo pasa el tiempo, puñetas! La rueda anual del tiempo se ha parado hoy, día 28 de setiembre, un ratito más de la cuenta para recordarnos que hace mucho tiempo, exactamente dos años, nos dejaste silenciosamente.
Parece mentira que hayan pasado ya dos años. Tengo un lío mental con el tiempo de los buenos amigos. A veces me parece que fue ayer cuando te fuiste definitivamente; otras veces te pierdes en la lejanía de la línea del tiempo y, muchas otras, todavía me parece verte aparecer en medio de nuestras tertulias o sacando fotos en alguna de esas hermosas calitas menorquinas a las que tanto te aficionaste últimamente.
Dos años son mucho tiempo y no son nada. En términos humanos, esa fracción de tiempo en la historia del Universo es algo risible. En términos del CORAZÓN, ¡Ay amigo, el querido CORAZÓN!, sigue siendo un tiempo insustituible, un vacío difícil de rellenar.
Pero, por otro lado, me consuela pensar que a toda esta montaña de meses, horas y minutos, se le han añadido unos condimentos especiales: cariñoso recuerdo, ganas de vivir, tu famoso “tira p’alante”, colla unida, esperanza en el futuro, vivir intensamente cada día…Condimentos que hacen más tragadero tu bendita ausencia.
Con la perspectiva del tiempo, se puede decir que especialmente tu querida familia, ha asustado y ahuyentado a la terrible nostalgia, la maldita melancolía, el enclaustramiento, aislarse en sí mismo y, en definitiva, el pesimismo.
Gracias, Loren, gracias, porque seguimos todos siendo hasta el día de hoy, las mismas personas que tú dejaste en vida, con la relación de colla que va madurando en la medida que todos ponemos de nuestra parte lo mejor que tenemos.
Sencillamente Loren, la frase aquella que dice que “el tiempo pone todas las cosas en su sitio”, tiene más vigencia que nunca. Desde la serenidad y la amable perspectiva que deja el inexorable paso del tiempo, desde esta calma tengo que reiterarte que ha sido una gozada el haberme encontrado en la vida contigo.
De todo CORAZÓN
Pepe