martes, 2 de septiembre de 2008

TORBELLINO DE SENSACIONES, LOREN

Así, como reza el título de este escrito dirigido una vez más a ti y a tu memoria, podría calificarse las intensas emociones vividas durante lo que llevamos de verano. Varias acampadas, la de Cala Mica ya comentada y Cabra Salada, nos pusieron ese sabor agridulce de boca de poder habernos encontrado juntos, convivido como una colla bien avenida, descansar merecidamente del trote veraniego que la isla impone y, poder ver disfrutar a los juniors a sus anchas.
Digo agridulce, y digo bien, porque inevitablemente tú no estabas físicamente con nosotros, pero indudablemente todos te echábamos en falta en diferentes momentos y detalles. Momentos y detalles, que curiosamente, cada uno los ha vivido de una manera personal. Alguno/a habrá recordado tus idas y venidas con la cámara, buscando ese ángulo o momento de vida de mayores y juniors. Otro/a te habrá añorado a la hora del café con tus comentarios y puyas. Quien se habrá acordado más a la hora de despertarse y no verte cerca saliendo de la tienda de campaña…en fin que lo hemos pasado bien, pero…queda ese regustillo amargo de que con tu presencia todavía hubiese sido mejor.
Para completar la lista de sensaciones felices incompletas, como una traca final, quedaban las fiestas de Sant Bartomeu. Las primeras fiestas en las que Júlia se estrenaba como caixera y tú no estabas presente. Una ilusión compartida contigo y con la familia, en las que tú has estado presente mucho, pero que mucho, mucho.
Para empezar, la “buldrafa” o sea, la ropa del caballo, se la regalaste tú. Tengo que decirte, Loren, que la buldrafa estaba impecable y la caixera radiante, con una sonrisa espléndida que no abandonó en ningún momento. Una piña de buena gente rodeó en todo momento a Júlia, a Magda y a Bosco. Tu hermano, cuñada y sobrinos junto con la colla, estuvimos pendientes de tu familia en todo momento.
No he tenido más remedio que emocionarme al contemplar en el DVD que Lito regaló a Júlia. En él se narra visualmente todos los momentos del día de una caixera. Desde el acto de vestirse de caixera en familia, cual torera que sale a lidiar una faena memorable, hasta el jaleo delante del ayuntamiento, todo ha sucedido como siguiendo un guión ya escrito de una película. No se vestía sola, eran muchos los que la rodeaban. ¡ A saber la de pensamientos dirigidos a ti Loren, que se habrán agolpado en cada uno de los presentes! Quiero entender que no botaba sola, eran Nofre, Tomeu , Pere y Bernat los que también botaban con Júlia, quien incansablemente te brindaba cada bote Loren, dirigiendo la guindola hacia el cielo con una sonrisa. ¡Qué hermoso! Se me hace un nudo en la garganta al recordar las palabras de Júlia botando, solamente escuchaba a Bernat que la alentaba una y otra vez a estar magnífica, a disfrutar de la fiesta. ¡Bien por Bernat! Desde aquí un abrazo muy cariñoso para ti Bernat, que estuviste perfecto, metido en todo momento en el jaleo, como nunca lo habrás hecho en tu vida, rindiendo un emotivo homenaje a tu hermano Loren. ¡Chapó!
En fin, la fiesta acabó, la catarsis colectiva que supone una fiesta de un pueblo, llegó a su final, sin ningún accidente para Júlia, con el recuerdo de unas fiestas a las que empezaste amar tardíamente de la mano de Nofre y en las que te hemos tenido presente una vez más.
Una vez más nos toca seguir en esta senda de la vida, aprendiendo a estar sin ti, a punto de cumplirse el primer año de tu ausencia.
De todo CORAZÓN
Pepe

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