Hay vacíos y vacíos, Lissette.
Vacíos insoportables que no se pueden aguantar...
Tu sonrisa, Lissette, nos ayuda a soportarlos.
Vacíos infinitos, difíciles de llenar...
Tu amor, Lissette, los desborda.
Vacíos amargos, complicados de endulzar...
Tu alegría, Lissette, los colma de miel.
Hay recuerdos y recuerdos, Lissette.
Recuerdos nostálgicos, que nos entristecen...
Tu sonrisa, Lissette, los borra para siempre.
Recuerdos dolorosos, que hieren el corazón...
Tu amor, Lissette, nos cura las heridas.
Recuerdos oscuros, que nos apagan el alma...
Tu alegría, Lissette, nos ilumina el espíritu.
Alma blanca eres tú, querida Lissette
Corazón inocente en este mundo complejo.
Ama y cuida a los que aquí has dejado.
Sólo morirás cuando no vivas en nuestro recuerdo.
El poeta lo ha expresado mejor:
Estarás presente en las pequeñas cosas
y son en ellas en las que pensaré y te evocaré,
seguro como nunca que la única esperanza
de sobrevivir, es amar con suficiente fuerza
para convertir todo lo que tenemos en vida,
y acrecentar la esperanza y la belleza.
Pasarán los años y tornarás translúcida
y a través de ti amaré el futuro.
De todo corazón, tu profe Pepe
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