Cuando el alma se seca,
y no bastan océanos
Cuando se agrieta,
y no hay suficientes bálsamos
Cuando sigue sedienta
y no bastarían los manantiales del mundo
Déjanos llorarte un tiempo,
como si no hubiese consuelo.
Déjanos así hasta vaciar nuestra alma.
Entonces, Lola, ¡Échanos una mano!
Procura aliviarnos con tus consejos,
Échanos alguna bronca de vez en cuando.
Deja que tus recuerdos nos inunden,
aquellos alegres y cariñosos.
Que tu sonrisa alivie las heridas del alma,
Que el resonar de tus palabras nos calmen.
Déjanos redescubrirte
tapada como estás por el velo de lo inmortal.
LOLA, LOLA, LOLA
Con inmenso cariño
Pepe
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1 comentario:
Ay Pepe Pepito que haria sin ti.... no quiero ni pensar en ello te quiero amigo
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