Amanda, Agustí, disfrutad de las fotos, de los recuerdos, sentirlos vívidamente hasta abrasar el corazón. Dejar que los rescoldos se apaguen lentamente y avivarlos cuando queráis llorar. Dejad que el tiempo los condense, forme parte de vuestras propias existencias y os ayude a peregrinar sin lastres innecesarios.
Un beso detrás de otro, Pepe
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